martes, 12 de abril de 2011

El escalafón social


Si me preguntaran como definir las relaciones humanas dentro de nuestra sociedad, la respuesta sería corta y precisa, “cadena trófica”. Las conexiones entre unos individuos y otros no son más que meras relaciones depredador-presa, donde por regla general (o más bien sin ninguna excepción) la presa o escalón más bajo de la pirámide es el más vulnerable.

En el ambiente natural, este primer escalón de la pirámide siempre corresponde a los productores primarios, los vegetales, que poco o nada pueden hacer (en la mayoría de las veces, siempre hay excepciones claro está) por evitar ser devorados por el siguiente escalón de la cadena, los consumidores primarios. Estos individuos, que usualmente son de carácter herbívoro, son consumidos en siguiente instancia por los consumidores secundarios, evidentemente carnívoros, y estos a su vez por el último escalón, los consumidores terciarios, que en la inmensa mayoría de los casos son de carácter carroñero, y donde tendríamos toda suerte de buitres, hienas, ratas, ácaros y otros artrópodos. Pero como toda cadena, todos sus engranajes están tan íntimamente ligados al anterior que sin estos el sistema se vendría abajo, o al menos cambiaría radicalmente, pudiendo llegar a ser inviable.

Piramide trófica natural de un ecosistema ficticio, donde se ven de forma clara los escalones que la forman y sus roles en el medio natural.














¿Y qué tiene que ver toda esta clase de biología con mi vida, tu vida, o la del vecino? Pues que queramos o no, todos somos esclavos de esta escalinata, y que todos pertenecemos a alguno de sus peldaños.

Equiparando lo antes descrito a nuestra sociedad, podríamos decir que los productores primarios, esos que poco pueden hacer por evitar ser comidos y cuyo único cometido para este complicado sistema es el de producir para mantener al resto de escalones, es el trabajador de a pie. La clase obrera, esa clase de recursos limitados que sobreviven con muy poco, que no llegan a fin de mes, que no pueden moverse de su sitio porque si no pierden su forma de sustento (la movilidad también es un factor limitante para las plantas, los vegetales se han adaptado a sobrevivir eliminando el desplazamiento de su “lugar de residencia” de sus funciones vitales) y que puede ser eliminada con mucha facilidad atacando a su fuente de recursos, es evidentemente en nuestro caso el primer escalón, el perteneciente a los productores primarios.

La magnitud de este escalón es bastante equiparable en la sociedad y en la naturaleza. Si comparamos la biomasa vegetal de todo el planeta, con la biomasa animal y de organismos procarióticos, se puede plantear que aproximadamente entre un 80 y un 85%  de la masa de materia viva pertenezca al mundo vegetal y al unicelular fotosintético, lo que supone para la cadena trófica que 3 de cada 4 kilogramos que pesa la biosfera pertenecen a organismos vegetales y a organismos unicelulares que recurran a la fotosíntesis como recurso energético. Si hacemos esa comparación en nuestra sociedad, probablemente nos demos cuenta que 3 de cada 4 amigos o familiares nuestros no sean altos cargos de empresas ni directivos, lo más probable es que sean meros trabajadores (sin desmerecerse y en estos tiempos con suerte) de alguna empresa. En definitiva, productores primarios.

Pasando al siguiente escalón de la pirámide, los consumidores primarios o herbívoros, se alimentan directamente de las plantas y su dependencia hacia ellas es tal, que en épocas de sequia la mortalidad de este tipo de animales se eleva varias veces por encima de su nivel normal al no poseer alimento. La comparación perfecta para este escalón sería el puesto de responsable  o coordinador en grandes y medianas empresas. Este tipo de puesto suele ir ligado a la dirección de un gran grupo de personas relacionadas con alguna disciplina concreta dentro de una empresa. De él/ella cuelgan un número variable de empleados de los que depende totalmente, ya que de su buen o mal trabajo depende la buena o mala evolución de su departamento o la empresa a la que pertenece, al igual que el bisonte, el caballo o una cebra  dependen directamente de cómo crezca y se desarrolle su alimento vegetal.

Pasando al siguiente escalón, nos encontramos con animales carnívoros que dependen directamente de los herbívoros para su alimentación. Este escalón en nuestra sociedad sería equiparable a directivos, propietarios y socios capitalistas de megaempresas internacionales con gigantescos volúmenes de negocio. Estos “carnívoros” pueden ejercer (y ejercen) un nivel de poder muy alto sobre los escalones inferiores para que su negocio prospere, al igual que el felino devora a sus presas para mantenerse con vida.

Por último, el cuarto escalón de la cadena, el más alto y el más restringido, es el que pertenece a los animales de tipo carroñero que se alimentan de los restos de los otros escalones de la cadena para poder sobrevivir.  Este cajón de la pirámide está reservado a la alta política y a los portadores de la mayor parte del capital de un país, los bancos. Su dependencia hacia las clases inferiores es extremadamente alta, hasta tal punto que la desaparición o merma de cualquiera de las clases inferiores pueden bajar drásticamente la cantidad de individuos de este colectivo, por ejemplo bajando el número de concejales para un ayuntamiento si una ciudad se despuebla o eliminando capital de una entidad financiera si las clases bajas no pueden ahorrar ni hipotecarse.

      
Pirámide trófica social, que esclarece facilmente en que escalón de la cadena nos encontramos.  















Evidentemente en la sociedad humana las interdependencias y relaciones son mucho más complejas, y para relatar bien este sistema sería necesario crear al menos otro par de escalones que englobara estamentos intermedios, tales como a gerentes de micropymes (escalón inmediatamente superior al nivel de productores primarios) y directores de grandes y medianas empresas (inmediatamente superiores a los consumidores primarios o responsables en grandes y medianas empresas). Por supuesto, la complejidad también es distinta en cada país del globo, no todas las sociedades humanas del planeta son exactamente iguales y dependiendo del territorio las desigualdades sociales son más o menos acentuadas, pudiendo corresponder el cajón del nivel productor en los países subdesarrollados a un porcentaje mucho más alto que en los países del primer mundo.

¿Y cuál es la interdependencia de los productores primarios con el resto? En teoría las plantas pueden vivir solo con la energía solar y con CO2, ¿Entonces porque dependen del resto? ¿Este planteamiento es erróneo? En la vida real el trabajador vive del sueldo de sus superiores y  los consumidores no dan “sueldo” a los productores, entonces… ¿Cómo puede ser comparable?

Efectivamente, todo puede parecer confuso, pero si volvemos al mundo natural, las plantas no solo dependen de la energía solar y del CO2 para realizar sus funciones, eso sería banalizar demasiado el sistema tan complejo que tenemos delante. De todo el elenco de funciones y necesidades de una planta, muchas son cubiertas por los escalones superiores. ¿Cómo es esto así? ¿Cómo el sistema puede ser retroalimentado desde arriba? Bueno pues toda planta necesita de nutrientes muy concretos para sus actividades fisiológicas, y estos recursos no son gratis. Muchos de esos recursos vienen después de un largo paseo por el intestino de un consumidor, que transforma elementos muy concretos en otros que pueden ser esenciales para el mundo vegetal. Es lo que comúnmente denominamos abono en nuestras vidas, que ahora se vende a 5 € el litro en una tienda de barrio pero que antes se sacaba de forma natural de los animales, generalmente los consumidores primarios por su fácil domesticación. Podemos decir por tanto que con las heces de los consumidores, los productores pueden sobrevivir.  ¿Qué es esto en la sociedad humana? El sueldo de la clase obrera.  Ojo, no estoy comparando directamente el sueldo de un trabajador con las heces de una vaca, es solo un símil para poder entender la interdependencia de la clase obrera y de las plantas con sus superiores.

Como se puede ver, el sistema de cadenas en la naturaleza es bastante similar a la economía. Los famosos sistemas piramidales donde muchos invierten y el de arriba se lleva las ganancias no dejan de ser procedimientos donde el que está más arriba se encuentra es el que menos problemas tiene para salir ganando.

En esta vida siempre se ha dicho, “nadie se hace rico trabajando”.

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